Washington, D.C. – Más de 300,000 haitianos que viven en Estados Unidos bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) enfrentan un futuro incierto luego de que el gobierno del expresidente Donald Trump anunciara la revocación del programa migratorio.
El TPS fue otorgado en 2010 tras el devastador terremoto que dejó a Haití en una crisis humanitaria. Durante años, los beneficiarios han contribuido a la economía estadounidense, estableciendo familias y desarrollando carreras en diversos sectores.
Sin embargo, la administración Trump sostiene que Haití ya no necesita esta protección, lo que obligaría a miles de personas a buscar otras vías legales para permanecer en el país o enfrentar la deportación.
Activistas y legisladores demócratas han criticado la medida, argumentando que la decisión no toma en cuenta la inestabilidad política y económica que aún afecta a Haití.
“Esta decisión es cruel e injusta. La comunidad haitiana ha sido una parte fundamental de nuestra sociedad y merece un camino hacia la residencia permanente”, expresó un representante del Congreso.
Mientras tanto, la comunidad haitiana en EE.UU. se prepara para posibles batallas legales y apela al Congreso para que intervenga en la protección de estos inmigrantes.